miércoles, 4 de agosto de 2010

En un edificio de Capital Federal, todos los Jueves a las tres de la mañana, suenan los timbres de todos los departamentos. Si dos personas abren la puerta al mismo tiempo, mueren.

El mejor tango.

Dedicado a una de las personas que mas quiero en este mundo. Hermosa y transparente.


Escuchando los primeros acordes del tango que siempre la identifico, Nené se prende un cigarrillo y presta atencion. Recuerda sus años de juventud, de gloria. Pero pasó una vida entera desde eso y se queda callada en su silla, con su ciagrrillo ligth y su mate con edulcorante. El remordimiento de no haber vivido sus años de princesa en una forma mas practica y mejor. Ella no entiende porque se dejó llevar por los males ajenos y la locura desenfrenada del mundo que la rodeó tantos años.
Es el momento mas lindo del tango, "pensando que de mi pronto te alejaras (...) en la tristeza intensa de mi desolacion". Esas frases en la voz de Floreal Ruiz tienen una connotacion fuerte. Y ni hablar si la orquesta es de Anibal Troilo. A Nené se le cae un lagrimon por la mejilla derecha. Inevitable. Mira el cielo razo e imagina un presente mejor. Su vida es un tango. Un tango. Lejos estan los carnavales del Club Atlanta y del Club Social Villa Malcom.
En su "vieja recova" se acuerda de la sonrisa oculta y sus ojos tristes, de su bigote fino y su pesado caminar arrastrando los pies. De los abrazos tiernos y el sentimiento de proteccion. De su amor incondicional al amor. De la sensibilidad natural y hermosa. Nunca un dolor. Al menos eso hacia parecer. Hay que seguir adelante dice en voz baja justo en el momento que empieza otro tango. Este no le gusta tanto como el otro pero lo escucha con al mejor de las predisposiciones. Nené cierra los ojos y sigue el compas con aspero tararear. Nunca tuvo tanto ritmo como ella creia para cantar. Pero cuando se trataba de tango, los que alguna vez pudieron y tuvieron el placer de verla bailar pueden decir que estuvieron en presencia de la majestuosidad. Claro, se entendian de lo mas bien. Bailar juntos era comodo y sencillo.
Intenta realizar algunos pasos apoyada en el aire. No le salen y le duele la espalda. Claro, no es lo mismo. Pero en su memoria ella es la dueña del salon, de los aplausos y las felicitaciones. Nené sonrie al recien inventado público. Y él la contempla enamorado. Acababan de terminar de bailar lo que para ellos no fue solo un tango.
Dicen en el campo, que si una persona se para con una vela negra prendida y una manzana roja en la cabeza frente a un espejo en una habitacion con luz apagada, a las doce de la noche de nose que dia; el diablo aparece atras de esa persona pero no lo mata, se dispone a negociar su alma.

Merde

Creo que no hay pocas cosas despreciables. Una es ella. Porque motivo no la vi, no lo sé. Pero se posa sobre la planta de mi zapato como un bebe se prende a la teta de su madre. No lo suelta. Y me acompaña hasta que decididamente lo quiero sacar. Motiva la desicion, el mal olor, las huellas que dejo al pasar (casi como si estuviera caminando por la nieve), y la pulcredad que la sociedad piensa es la correcta (en estos momentos estoy odiando a la Sociedad Argentina de Higiene por sus buenos consejos)... seria mas facil dejarlo asi y que lo limpie Magoya o solamente desaparezca porque ya no tiene mas leche que tomar.

Cuestion; agarro un palito y le doy duro y parejo para que se marche. Nada, la mayor parte queda ahi. Pensé en tirarle agua caliente como se hace para separar a los perros (es con agua caliente, verdad?), pero no tenia ni agua a mano, no jarro, ni tampoco donde hervir. Pienso en encontrar un poco de pasto. Tal vez con eso se vaya. Pero cuesta encontrar un poco de verde en mi trayecto por la ciudad. Ya esta. Tengo la solucion. Agua del cordon de la vereda y despues a raspar sin cesar contra las baldosas del suelo. Lo hago. El encargado del edificio sobre el que paré para realizar mi proeza, no me mira con cara de muchos amigos. De todas maneras sigo con mi ardua tarea de deshacerme de ella. Como dije, esta sumamente prendido. Me fijo y salio casi todo pero algunos pedazos casi con vida siguen ahi.

Miro el reloj y estoy sobre la hora. Que linda manera de comenzar el dia.

Soy de los ultimos en llegar a la reunion. Al cabo de un minuto, todos empiezan a mirarse. Y luego de otro minuto mas, me miran todos a mi con cara de culpabilidad y fruncen la nariz.