martes, 1 de junio de 2010

La ira incontrolable

Si no tuviera la certeza de que todo acto que haga uno, bueno o malo, en la vida, vuelve, Roman no estaria algo tranquilo. Y cuando se dice algo, es porque no lo esta del todo. Siente que los actos cotidianos que hace no llegan a ningun lado pero a su vez llegan a muchos. Piensa en los beneficiarios de sus actos y sonrie. Piensa en sus beneficios personales y casi llora.
Las acciones que el perpetra no le dan de comer, no pagan el alquiler, no le compran un libro, no le alcanza a algunos.
Piensa que puede ser por envidia. Piensa que puede ser porque existe gente despistada en el mundo que simplemente no se dé cuenta. Piensa que tal vez existe algun detalle que el dejo librado al azar y eso le impide llegar a su objetivo.
El futuro es incierto para Roman. El presente, bastante claro.
Al dia siguiente se levantará y doblará sus esfuerzos para hacer notar que lo que él hace esta bien, y esta convencido de que es el camino que se debe seguir, hará notar que su orgullo no lo deja caer en la simpleza de los que no sienten el amor y la pasion por los ideales propios.
Roman sabe que se enfrentará por la mañana a la persona que le pondrá una piedra mas en el camino, dandole una excusa pobre y sin fundamento. Que les va a brindar el trabajo de una noche de desvelo en una carpeta azul. Que sin mirarlo a los ojos le van a decir que esta muy bien lo que hace, y en verdad es asi, lo creen, pero no se lo reconocen. No se lo quieren reconocer.
Tiene en claro que sus ideales no le alimentan el estomago pero le llenan el alma. Sabe que pelear por lo que realmente siente y quiere vale la pena.

Cierra los ojos y mira al techo en medio de su, por el momento, burocrático trabajo, ese que al dia siguiente, va a llenar la carpeta azul. Todavia no compró la carpeta, pero la imagina de ese color.
Abre la heladera, la contempla unos segundos, esta vacia, y se acuerda; los ideales no llenan el estomago. Agarra algunas galletas de la alacena un vaso de jugo y sigue con la computadora. Como si fuera un robot sin sentimientos que al dia siguiente dejará de serlo para convertirse en la persona mas vulnerable del mundo.
Roman se siente decepcionado y enojado. Una mezcla entre ambos sentimientos. Un vacio que solo un abrazo fraternal puede calmar. Un nerviosismo que solo una pastilla verde y un vaso de agua pueden aplacar. Tiene caspa. Solamente tiene caspa cuando se siente estresado. Señal de que cruzo el limite.

Termina su trabajo exahusto. Se va a dormir. En tres horas tiene que levantarse y poner su mejor cara y sonrisa para ir a trabajar. Su orgullo no le permite quejarse. Son las acciones las que marcaran su destino.

Prende la luz de su habitacion, se acomoda en la cama, piensa que su enojo no lo va a dejar dormir de la mejor manera, que va a dar vueltas en la cama pensando una y mil veces los pasos a seguir dentro de algunas horas, pensando que una vez mas lo pasaron por arriba. Sabe que no va a dormir.
Tiene muy en claro lo que quiere. Algun dia las buenas acciones serán devueltas y reconocidas. Por el momento le toca dar vueltas en la cama.